martes, 13 de octubre de 2009

¿Autoridad o administración?

Camina, se coloca por delante del atril, saluda, levanta el brazo y reverencia al auditorio agradeciendo los aplausos y su unción a la Primera Magistratura del Estado. Ha tomado la estafeta.

Rodrigo Medina ha accedido a la silla del Palacio de Cantera, pero no es sinónimo que haya accedido al poder.

La principal acción al inicio de su mandato no es menor. Liberarse del pasado, desatarse de influencias que lo han colocado en el sitio que hoy ocupa. Ser autoridad y no únicamente administrador.

Evidentemente, el principal es su mentor político. A quien “le agradezco por haber confiado en mí” para ocupar la Gubernatura. El no iniciar investigaciones ante los excesos cometidos durante el último sexenio sería mantenerse atado al pretérito. Los excesos pecuniarios, los nexos evidentes en la asignación de contratos al más puro estilo de Nepote. Todas las polémicas que se desataron ante la denuncia pública, mas no penal, de los excesos cometidos por González Parás.

Personajes que repiten en la Administración Estatal, aunque ocupen puestos de mayor calado, como Alejandro Garza y Garza, y Alfredo Garza, hacen evidente que confía en elementos de la gerencia reprobada de manera contundente por los líderes de la sociedad como se publicó en los últimos días en los medios.

Otros personajes que integran su gabinete lo denotan. Espacios de primer nivel ocupados por elementos que denotan el pago de cuotas a la clase empresarial. Javier Treviño Cantú, como Secretario General de Gobierno, para Cemex; Othon Ruiz Montemayor, para Banorte o Gruma, para Roberto González Barrera, pues.

La designación de Carlos Jáuregui levanta más dudas que certezas. A pesar de ser un elemento probo a todas luces, su inexperiencia en los puestos públicos es palmaria. Teniendo sin ocupación a personajes como el General Sergio Aponte Polito, colocar a Jáuregui Hintze en el puesto es una decisión no ideal.

Asimismo, deberá liberarse de sus nexos evidentes con las televisoras. Su candidatura fue creada desde la pantalla, ni duda cabe. La decisión de González Parás de designarlo como el abanderado a la Guberntaura requirió el apoyo de la pantalla regia.

Sus apariciones en la televisión a un nivel descarado y que no despertó ni siquiera un intento de abrir una investigación por parte de las autoridades electorales es sospechoso, por ello no se descarta que a partir del domingo comience el pago de facturas a las televisoras que abiertamente apostaron por él. No en vano, este espacio, y en particular quien esto escribe, lo llamó El Gobernador de la TV (13/07/09).

Sobre todo, al contratar espacios, al igual que Peña Nieto, desde el broker TV Promo, propiedad de Alejandro Quintero Iñiguez, alto ejecutivo de Televisa.

Algunos personajes de los que se ha rodeado levantan dudas de su probidad. Aconsejado durante la campaña por el Gabinete de Comunicación Estratégica, empresa liderada por Federico Berrueto y Liébano Sáenz, éste último ex secretario particular de Ernesto Zedillo y evidenciado en no pocas ocasiones en archivos periodísticos por sus presuntos nexos con el narcotráfico.

O Elenitza Canavatti Hadjopoulos, hija de Ricardo, primo de Manuel de Jesús Bitar Tafich, uno de los elementos más prominentes del cártel de Juárez en la década de los 90’s.

En síntesis, como escribiera Paz Flores, debe dejar de “ser el pequeño leviatán”.

En sus manos está la decisión.

ARCHIVERO…

-POR LAS ALCOBAS, llegaron juntos este fin de semana a una fiesta en una finca en Santiago, él la colocó en la alcaldía, en base a la influencia que tiene en ese municipio; a pesar que perdió su elección no perdió el poder en un municipio…

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