
Morir o No Morir: Esa Es La Cuestión
La ciudadana italiana Eulana Engardo murió oficialmente la tarde del 09 de febrero de 2009 aun cuando se le consideraba clínicamente muerta, debido a un accidente automovilístico que la dejo estado vegetal, desde 1992 y aun cuando muchos años antes había expresado su deseo de morir si se encontraba en una situación como esta.
Durante el curso de nuestra vida tenemos el derecho a tomar todas las decisiones que se nos presentan, ir o venir, subir o bajar, dar o recibir, tener o no tener, y son precisamente esas decisiones las que hacen nuestra vida, las que nos individualizan e identifican de los demás pero ¿por qué no tenemos el derecho a decidir cuando morir?
La eutanasia es en simples palabras el terminar una vida sin dolor. Existen diferentes tipos de eutanasia, el termino se utiliza de forma general para pacientes con enfermedades o casos en situación terminal y que quieren evitar el sufrimiento ocasionado por éstas o deciden detener el tratamiento para esperar el final en “paz”.
Pero lo principal en éste asunto es que están disponibles para los seres humanos, por lo que técnicamente tenemos la opción de decidir en ese aspecto. O no.
Son muy pocos los países que tienen a la eutanasia como una opción legal, en algunos se permite en casos muy específicos, en otros es un tema de actualidad en plena discusión y en otros es simplemente un dato archivado, por lo que la educación al respecto del tema es considerada escasa.
“Dignidad Humana” es una frase generalmente asociada con la eutanasia y se le considera una especie de arma de doble filo pues para unos el tener dignidad humana es estar a favor del tema, pues todos tenemos derecho a elegir el momento de nuestra muerte y para otros es negarse completamente a la idea, es ir contra lo natural, contra el destino.
Tomando como referencia el mencionado caso de la italiana Engardo se pueden poner a discusión muchos puntos de vista al respecto y siempre encontraremos argumentos a favor y argumentos en contra pero nunca podremos ignorar el sentimiento de la persona involucrada, y en este caso en particular ella quería una muerte asistida, ella eligió tener una opción, ella estaba a favor de la eutanasia.
Entonces por qué tardarse 17 años en cumplir lo que tal vez sería la ultima voluntad de la afectada, por qué no respetar sus deseos. Por qué si constantemente luchamos y nos preparamos para llevar una vida digna no podemos tener una muerte digna.