viernes, 18 de septiembre de 2009

...y ella salió...sin respirar por diez segudos no dió paso atrás; luego de un suspiro pensó en el olvido y en todo aquello que le hizo mal... antes de salir había lavado sus manos, con lágrimas en los ojos, aun sin remordimientos, o expresión facial alguna, el color rojo limpiaba de sus uñas...

dejó ahí el cuchillo, sin importar, los gemidos debaja de escuchar...gemidos de auxilio, dolor y suplicio de aquella bella voz que en sus húmedos sueños solía hacerla gritar... el sonido de su latido, de ese corazón podrido, sin piedad, frío, que con crujidos reventavan sus o
ídos...sus oídos...sus latidos, latidos que disminuían en ruido, con la sangre en su pecho, en todo su hermoso cuerpo que a ella hizo suspirar, sentir y recordar momentos de locura, de pasión y calentura que pasaron juntos meses atrás en el invierno frío, frío como su corazón...que dejaba de latir y que recordaba el tiempo que decía "te amo y por ti moriría"...

había llegado decidida y mal herida por aquella decepción...la noche de graduación con otra chica salió, una rubia sin esencia, con anorexia, complejos, con un cutis perfecto, era una niña malcriada, "una zorra, una ramera, toda una vieja cualquiera" según palabras de karla quien subestimada se sintió por no contar aquella noche con la atención de su amor...

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ocente ella creía que a su lado volvería, ¡¡¡tanto amor!!!, ¡¡¡tanta mentira!!! hizo a Karla reflejar aquella imagen insensible que Eduardo demostraba cuando con ella no quería hablar; la ignoraba y rechazaba sin recordar lo mejor, su mejor parte: todo su AMOR...de ese que duele con la ausencia, del que en las entrañas traes y hasta tu garganta cierra, con nudos de nerviosismo, paranoia y sentir...

...sentir ganas de matarlo, golpearlo y acuchillarlo...oír su voz pedir perdón con gran desesperación...esa bella voz...ella lo anhelaba... pero él no quería escucharla, no quería sentirla, ya no quería más de Karla!!! ¿por qué nunca se lo dijo?...era una persona injusta, sin sentimientos, absurda, llena de mierdas y excusas...
sólo a la sala la dejó entrar y con cara de sorpresa el imbécil la miró, Karla era otra, no sentía, no lloraba, no pedía por su compañía, simplemente era un adiós...un sangriento adiós con un cuchillo en sus manos que con furia y con rencor dejó clavar en su pecho "¡¡¡qué haces!!! ¡¡¡qué pasa!!!" Eduardo preguntó...¡¡¡que estúpida pregunta!!! ¿o no? cuando la amabas decías que por ella morirías...


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¡¡¡Historia ficticiaaaaaaaa!!! los nombres involucrados en este escrito no tienen absolutamente nada que ver con la vida real y lo escrito tampoco tiene que ver con algún trastorno mental, espero.

Eddy, te quiero...¡jiji!

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