jueves, 15 de octubre de 2009

"No tengo amigos"

Solos llegamos, solos nos vamos, cada uno por su cuenta, una que no le debemos a nadie ni a nada, a menos que nos neguemos a ser mal agradecidos a las personas que sinceramente nos llegaron apoyar y a quiénes pudiésemos considerar familia.

Todos somos distintos y “nadie nos comprende”, ¡es cierto! Y de igual manera cualquiera nos puede culpar de ser igualmente incomprensivos, así que está de más el juzgar actos ajenos y el descifrar los propios.

Somos únicos e irrepetibles, lo sabemos, es por eso que cuando alguien te demuestra que te quiere es real, pero sólo equivalente al respetar tus modos y preferencias, además de muchas algunas otras cosas.

Pero, ¿qué pasa cuando el “amigo” sobrepasa la línea del respeto y el amor y este gran “amigo” exige actitudes y comportamientos que nuestra persona simplemente por su naturaleza no le puede mostrar?

Es cierto que muchos hemos recibido reclamos en algún momento por parte de un amigo, pero aun más de alguien que no consideramos amigos, y ¿ellos lo saben?
¡Ándale! Dile que no lo consideras tu amigo, para que se deje de chillas…sí, ¡¡¡y de una vez te mate arañazos!!!



Precisamente el día en que “alguien” me hizo un dramita por el cuál me culpé y por poco no dormía, me encontré con la recomendación de un libro llamado “Amigos que hacen daño” y me dediqué a buscarlo, aunque no estoy segura de poder encontrarlo aquí en México, por lo menos de algo sirve la web. Es de Jan Yager, y nos explica los tipos de amistades que se recomienda no mantener; cómo no sentirte mal por perderlas o cómo recuperar lo bueno y crear una mejor relación.

También encontré una página en inglés, en la que algunas historias contadas por los visitantes del sitio me parecieron muy familiares. My psycho friend --->
http://imapsychicwitch.tripod.com/


2 comentarios:

  1. Es acertada la recomendación de cuidar con quien y de que forma estas construyendo una amistad, ya que por experiencia propia, puedo decir que algunos problemas causados por una relación, digamos desequilibrada, pueden causar un quebranto intenso a la persona que está en la parte baja de del desequilibrio.

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