domingo, 15 de febrero de 2009


¿Informar, solazar o infartar?

“Si aquellos celebraron el día del amor y la amistad con los suyos, yo disfruté en mi viernes al número trece”. Anónimo.

Convenientemente para la mayoría -considerando al mercado- el 14 de febrero vino a caer este año junto al legendario viernes 13 en el que se supone cosas malas pasan. Y la esperanza posaba en que todo lo malo que pudo ocurrir el 13, no arruinara el 14 (fecha tan especial). El que no les hayan dado el cortón y así no pasar un catorce taciturno y triste como el de otros tantos -no el caso de los colaboradores de Gris- hubiese sido el mejor deseo en estos días festivos.

Resulta chocante enlazar ambas fechas al color rojo. La primera nos hace recordar la sangre que Jason Voorhees hacía derramar de sus víctimas (Friday the 13th.) -¡ya está en cartelera!- ; y la segunda, al amor y la pasión que representa dicho color y se plasma en cartitas de amor, globos y demás souvenir por regalar al “ser amado”. Tan chocante, que aunque uno y otro impliquen un alto nivel de consumismo, viene mejor el hablar de un solo tema.

La violencia es uno de los temas más rentables en el área del entretenimiento y aunque a muchos parece fascinarnos la “demonstruación” de ésta en películas y videojuegos, debemos pensar que muchos otros gustan de la violencia real (viva, directa y sin piedad); y se dice que los primeros no están muy lejos de ser como los anteriores.

¡Tranquilos! -así como son- también se sabe de ustedes que detestan presenciar actos fuertes y sangrientos. Sin embargo, gracias a medios de comunicación con cabezas que buscan mayores audiencias, escaparles es casi imposible. Y está de más mencionar que el morbo y la curiosidad también forman parte de la naturaleza del ser humano.

Retomemos de sucesos pasados éstos y dibujémoslos en nuestra mente: Los decapitados de Yucatán; la autopsia de Valentín Elizalde; Hussein en la horca; niños muertos en Irak. Son tan sólo algunas de tantas imágenes que siguen teniendo miles de visitas en la Red. Muchos más retratos fuertes con gran auge se encuentran en la escena underground, las películas Snuff.



[Universidad de Costa Rica. Violencia en los medios]

¿Hablamos de la carencia de escrúpulos en el periodista?, ¿será la búsqueda de diversos medios por conseguir más audiencia?, ¿o de plano, el espectador es quien pide?

Puede que como parte del entretenimiento –para algunos- el espectador pida de escenas más gráficas y realistas en series televisivas; pero en el noticiero que diariamente vemos, aunque la sociedad actual quiera estar informada de todo lo que acontece tal cual, es menos factible que este hecho suceda (de “pedir”). Como mi padre dice: “Si sólo hay pan y frijoles, eso vamos a comer”. Y el medio, claramente tiene el control.

Dentro del periodismo, es necesario plantear la diferencia entre información y sensacionalismo, que si bien solemos enmarañarlas, cada cosa tiene su nombre. ¿Es necesario el uso de imágenes explícitas que provoquen escándalo en el público para cumplir con la labor periodística? Recordemos cuál es: Informar.

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