martes, 11 de agosto de 2009

¡Ni uno más!

El ambiente en el país es tenso. Cifras se presentan como si fuesen cualquier cuenta, insignificante; cuando en realidad son escalofriantes. Las cifras del miedo.

Mientras se presenta esta “balacera, alias guerra contra el narcotráfico” (Luis Petersen Farah dixit), en otro ámbito también se lleva la cuenta, las cifras, las cifras del miedo.

En los últimos 18 meses, han sido asesinados 17 periodistas en el país, además se han registrado 365 actos de intimidación contra comunicadores, señala en conferencia de prensa Omar Raúl Martínez, presidente de la Fundación que lleva el nombre de uno de los más destacados periodistas en la década de los 80’s y acaecido por las balas tras tener la afrenta de tener datos duros e informaciones peligrosas para el Estado –Crimen de Estado, ha llamado Gregorio Ortega a este asesinato en su más reciente novela- Manuel Buendía Tellezgirón.

Todos estos asesinatos, 17, recuérdese, han sido perpetrados, según la autoridad, por el crimen organizado. Por esta estúpida gran balacera. Ninguno ha tenido otro trasfondo, según la autoridad, todo tiene que ver con los poderes fácticos del crimen organizado, principalmente por delante el narcotráfico.
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Son las 20 horas. La puerta de la humilde casa recibe golpes y es forzada. Ocho hombres, siete de ellos encapuchados, entran y van contra Eliseo Barrón Hernández.-Ni nos siga, si no, le va ir peor, le dicen a su esposa.El reportero de La Opinión-Milenio es secuestrado, levantado diría la jerga de la delincuencia organizada, por los hombres vestidos de negro. Dos automóviles Tsuru arrancan a toda velocidad de la colonia Parque Hundido en Gómez Palacio, Durango.
La mañana siguiente, aparece muerto.
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Como prolegómeno al levantón, y posterior asesinato atroz, este reportero sostuvo la siguiente charla con él:

-Bueno, qué onda Eliseo, ¿cómo estás?-Bien, wey, ¿y tú? -me dice mientras su hija le habla, déjame hablar mija se oye que le dice-Aquí andamos, ¿oye, nos puedes apoyar con información sobre el nuevo grupo antibalaceras?-Ah, ¿el Yaqui?-Sí-ClaroSeis veinticuatro de la tarde.

¿Alguna pregunta por allá?, clásica manera de cerrar sus reportes por parte de Eliseo.-Ninguna, Eliseo, gracias - le responde la conductora, mientras ésta se pinta las uñas en cabina-Gracias, Eliseo - le digo-Por nada-Adiós, EliseoÉsa fue la última colaboración periodística de él.El sentimiento me mueve, mientras veo en mi celular que en la agenda aún tengo su nombre registrado con su teléfono. Nunca pensé que la frase sería textual:“Adiós, Eliseo”.

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¡Ni uno más!

ARCHIVERO…

-PARAMORBOS, “No quiero hablar con ustedes, discúlpame, pero no quiero hacerlo”, dijo hace más de dos meses vía telefónica; el domingo fue asesinada a mansalva…

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